ÁNGEL MARÍA CALVO BARCO
Departamento de Etnografía de la Sdad. Aranzadi

LUIS MURUGARREN ZAMORA: “San Sebastián - Donostia” (1978)

LUIS MURUGARREN ZAMORA
“San Sebastián - Donostia” (1978)
Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, págs. 153, 341-342, 391.
Loyola:

Aparece en los documentos antiguos gracias a su viejo puente, que le daba mucho trabajo para si conservación.

Luego Loyola se hizo muy divertido. Eran los años en que los donostiarras no faltaban a la romería de Pascua en Loyola y cuando estaban de moda las excursiones fluviales...

La muralla vieja:

San Sebastián fue una villa cercada y con siete puertas.

El viejo recinto fortificado consistiría en una sencilla muralla, la antigua cerca, pero rematada por almenas y provista de aspilleras o saeteras; en sus ángulos, puertas y puntos estratégicos contaría con algunas torres que aumentaran su fortaleza y permitiera los precisos flanqueos.

Aquella muralla tenía por su frente norte el monte Urgull y por tanto debía de ser muy elemental en aquel sector. Contaba con dos puertas para el acceso al monte, una entre Santa María y Santa Ana, que se abrió en 1575, con licencia del capitán general, Sancho de Leiva, y la otra, próxima a San Vicente. Aquel sector de la muralla seguía por la torre del Campanario o de la Sagramentería, cerca de la casa -torre de los Oquendo. Era un sencillo muro almenado y seguramente con aspilleras. También se puede advertir en aquella zona una barrera, quizá construida por orden de los Reyes Católicos, para refuerzo de aquel sector. Inmediata a la torre del Campanario se habría otra puerta, que daba acceso al muelle viejo mediante una empinada rampa. Luego continuaba la muralla con alguna pequeña edificación adosada por su interior y con un torreón cuadrado y almenado, llamado de Santiago (con su imagen en el arco), a la altura de la calle del Puyuelo, donde precisamente se encontraba la puerta principal de este frente, con salida al muelle. Luego terminaba en el ángulo S.O., rematada por otro torreón cilíndrico, en un nivel de terreno más elevado y que debió de ser cuadrado con anterioridad, como el del Puyuelo. Rodeando a esta torre, y prolongándose por ambos frentes, existía un muro de protección o guarda-mar, pues por aquel flanco el mar azotaba fuertemente las obras de defensa.

Por el frente sur o de tierra, y partiendo del mencionado torreón, proseguía la muralla almenada con casas y herrerías adosadas a ella, pero por el exterior. A la altura de la calle Mayor se habría otra de las puertas de la muralla, pasada la cual, estaba un grupo de casas, como las de doña Gracia, de Laborde, de Engómez o del Preboste, defendidas por otra barrera o cerca, junto a la que se hallaba otra puerta, la de la calle Narrica. La puerta central de este frente, probablemente de barbacana de entrada, quedaba situada entre las dos anteriores, frente a la calle de San Jerónimo, según el plano de 1551. En su arco tuvo una imagen de la Piedad (13)...

(13)- Al parecer debía de ser la imagen que hoy se venera como Nuestra Señora de Uba; al menos tal es nuestra opinión.

Otras parroquias:

Hacia 1775 se hizo un proyecto para la erección de tres anteiglesias extramurales. La primera estaría en el barrio de Ancieta (o Loyola Alta), para atender a 37 caseríos de Loyola y Anoeta, con la iglesia junto al caserío de; la segunda en el barrio de San Martín, junto a la Misericordia, cuidando de las restantes de Anoeta o (Loyola Baja), las de Ayete, Zamarra, Polloe, Huba, Ulía y las casas de los barrios de Santa Catalina, San Martín y algunas de Lugariz; y la tercera anteiglesia estaría no muy distante de la parroquia del Antiguo, en el paraje divisorio de Lugariz y de Ibaeta, con las caserías de ambos barrios y 643 personas de comunión y confesión.