MIREN AYERBE IRIZAR1.2. Intervenciones arqueológicas no programadas (actuaciones de urgencia).
“Excavación arqueológica en el inmueble C/ Embeltrán nº 3 (Donostia-San Sebastián)” (1996)
Revista Aranzadiana, nº 117 (1996), páginas 31-32. Sociedad Ciencias Aranzadi. Departamento de Arqueología Histórica.
1.2.14. Excavación arqueológica en el inmueble C/ Embeltrán nº 3 (Donostia – San Sebastián).
Con motivo de la construcción de una nueva edificación en el inmueble de la calle Embeltrán nº 3, sito en la parte vieja donostiarra, planificamos una intervención arqueológica en varias fases adaptadas al proyecto de ejecución de obra.
Dada la cercanía en la realización de esta actuación arqueológica, en este momento sólo estamos en disposición de ofrecer datos generales a la espera de finalizar la memoria y estudio completo.
El solar afectado y los inmediatos pertenecieron desde época bajoimperial a la familia Engómez, detentadora del prebostazgo de la villa durante varias generaciones y una de las más señaladas en la historia de San Sebastián, pasando posteriormente a formar parte del no menos significativo mayorazgo del Marqués de San Millán.
Las distintas actuaciones arqueológicas realizadas en diversos puntos cercanos a este solar en los últimos años habían puesto de relieve el alto potencial arqueológico de esta manzana de casas situadas en el frente S. de la villa medieval. Concretamente, en este solar confluían una serie de aspectos a tener en cuenta como son su localización en un espacio ocupado por la muralla medieval de la villa y por edificaciones importantes (casas-torre) y la conservación de restos arqueológicos en los solares adyacentes a lo que se unía la inexistencia de planta sótano que nos indicaba una escasa alteración del subsuelo.
En un principio, la actuación arqueológica ajustada al proyecto de obra se limitaba a un control arqueológico de las zonas donde se ubicaban las zapatas y a la limpieza del medianil W. con los objetivos de registrar la estratigrafía del solar en una altura de 1 m. aproximadamente (potencia de las zapatas) y de localizar restos de posibles estructuras arqueológicas relacionadas con la edificación anterior, respectivamente.
Los resultados positivos obtenidos en esta inicial actuación arqueológica propiciaron la realización de un sondeo arqueológico puntual en el extremo sudeste del solar que culminó con la realización de una excavación arqueológica en área tras la variación del proyecto de obra al contemplar la ejecución de una planta sótano. Esta última fase se desarrolló durante todo el mes de octubre de 1996.
Resultados:
En cuanto a las estructuras, se localizó parte de la muralla medieval, reaprovechada como cimentación y como parte de la fachada S. de la anterior edificación. Las diferencias observadas en su aparejo, alternando mampostería de caliza con cantos rodados en la parte inferior con sillería de arenisca en la superior, denotan su evolución. La presencia de un vano abocinado hacia el exterior y de un fragmento de madera de gran grosor embutido en este muro nos induce a pensar en su utilización en el momento en que la muralla medieval ha perdido su función defensiva.
La limpieza manual del medianil W. De la edificación tuvo como resultado el registro de casi una veintena de hiladas de sillería de arenisca en el hueco central de la escalera entre la segunda y tercera planta , así como restos de vanos adintelados y cegados relacionados con la edificación anterior. Durante la excavación arqueológica se exhumó un arco ligeramente apuntado abierto en la parte inferior de este medianil.
También se descubrieron dos estructuras de planta cuadrangular, a modo de cubetas, probablemente relacionadas con alguna función de almacenaje. Realizadas en mampostería de caliza se situaban en el extremo W. del solar. Del mismo modo, a una cota de –2.70 m. se registró otra estructura a base de piedras planas de forma circular que definían un espacio rectangular, de difícil interpretación. Asociada a la misma, apareció una estructura formada por maderas longitudinales totalmente quemadas que podrían responder a una cubierta.
En cuanto a los vestigios materiales, a falta de completar el inventario definitivo, la cerámica es el material arqueológico más abundante, abarcando cronologías desde época contemporánea (cerámica popular vasca, esmaltada, laburdina etc...), moderna (anforetas,...), medieval (cerámica gris, vidriada verde, pintada ,etc...) hasta época romana (destacando tanto la sigillata hispánica con la decoración en estilo metopas aproximadamente del siglo I y II d.C. y cerámica común decorada).
En un segundo orden destacan los materiales metálicos. Entre ellos mención especial tienen las 44 monedas halladas (28 de época medieval) de cronologías que abarcan desde principios del s. XIX (Isabel II, 1868) hasta el II (Alfonso I 1104-1134), destacando una moneda romana del s. IV d. C.
Completan este grupo, balas de cañón de distinto calibre, clavos de grandes dimensiones, hebillas, etc... Mención especial tiene la anilla de oro con una inscripción abreviada separada por cruces patadas.
Finalmente, los restos de fauna son los menos numerosos destacando los carnívoros, representados en mayor volumen, seguidos de los restos de ictiofauna.
Conclusión:
La importancia de esta excavación radica en el hallazgo de una secuencia estratigráfica inalterada de niveles modernos y medievales con abundante material arqueológico, datado cronológicamente por las monedas halladas, y asociado a estructuras de claro origen medieval en una zona como la parte vieja donostiarra cuyo subsuelo está alterado por los devastadores incendios sufridos a lo largo de su historia.
Esta actuación arqueológica ha sido dirigida por Miren Ayerbe Irizar con la colaboración de César Fernández y financiada por los Copropietarios de Embeltrán nº 3, M.A. Asensio y Dpto. de Cultura y Euskera de la Diputación Foral de Gipuzkoa.